Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Parte de mí

Índice

Sonetos:
Voy a beberme el tiempo Tan errática Me dueles Lentamente mueres Vuelvo hoy a verte Desde fuera de mí Ya eres parte de mí
Poemas:
Helena, tú
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Breverías

1341
Me has arado los muslos con rejas de pezones, y los surcos trazados, si no visibles, vivos, muestran la impronta curva de las oscilaciones y el repetido pulso de puntos suspensivos.

1342
Desclavaré tantas ideas fijas como han sido incrustadas en la mente; quien yerra, y al errar, no se arrepiente, tendrá mentira y necedad por hijas.

1343
Me han llevado a terribles puñaladas a los últimos límites del duelo, y no hay palabras, pétalos o almohadas capaces de anular pena o recelo.

1344
No sé si he perdonado sin olvido, o si intento olvidar y no perdono; parece todo tal contrasentido que en mi sombra invernal me desmorono.

1345
La generosidad y el egoísmo, péndulo en que fluctúa cada amante, porque el amor no es firme, es oscilante; no entendemos su propio mecanismo aunque ruede en nosotros palpitante.

Sonetos

1275 - Voy a beberme el tiempo
Rebelde manantial de vida rueda dentro de mí, y en su corriente flota como una barca abandonada y rota la sed que a la garganta se me enreda. Voy a beberme el tiempo que me queda degustando las horas gota a gota, y que la muerte, mi última derrota, no llegue a deshojar mi rosaleda. Ayer el agua se perdió en la arena sin alcanzar las rosas; tan ajena mi mente a los requiebros del rosal. Eso fue ayer. Hoy tentadora empieza nueva etapa que ignora a la cabeza y absorbe jubilosa el manantial.
Sobre el Atlántico, 6 de mayo de 2005
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1276 - Tan errática
Cada noche te pierdo en esa zona gris, laberíntica, en que me aventuro, en ese túnel súbito y oscuro entre vigilia y sueño. Me abandona la ráfaga de luz de tu persona, y quedo bloqueado por un muro tanto más alto cuanto más procuro remontarle, y que no se desmorona por mucho que le embista o le socave; sigo buscando, sin hallar, la clave para recuperarte o despertar. Y no te encuentro al fondo de la mente; tan errática tú, tan inherente, tan difícil de ver y de olvidar.
Castilla, 9 de mayo de 2005
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1277 - Me dueles
No sé quién te ha clavado en mi corteza, ni si eres bisturí, daga o espina; tal vez el ángel fue que me ilumina, o el demonio que enturbia mi cabeza. Ya fuera éste o aquél, fuera la pieza cirugía que el tacto determina, herida accidental, mano asesina, surge el dolor como única certeza. Me dueles como un alma en agonía a punto de evadirse en la sombría hora final; como una ligadura comprimiendo elementos divergentes; y no sé si arrancarte con los dientes, o besar la extensión de tu estatura.
Burgos, 9 de mayo de 2005
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1278 - Lentamente mueres
Le contaré a la aurora los motivos de tu ausencia en mi noche plañidera; que al ceñirte en fervor de enredadera, mi abrazo halló tus brazos evasivos. Eres mujer de puntos suspensivos en equilibrio de adelanto a espera; absurda aleación de huso y tijera que hila y corta sus propios objetivos. Ya descuidas, ya ignoras lo que quieres, y lenta, lenta, lentamente mueres con la vida al alcance de la mano. Destruye el dique o abre las compuertas, y deságüense intensas tus ofertas derramándose libres por el llano.
Burgos, 10 de mayo de 2005
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1279 - Vuelvo hoy a verte
Panorama poblado de mi tacto, vuelvo hoy a verte, y en las manos llevo un arte viejo, y un impulso nuevo, un sueño incierto y un proyecto exacto. En el recuerdo permanece intacto cuanto una vez viví; no hubo relevo; traigo el alma pletórica, y me atrevo a reanudar, desnudos, el contacto. Parte de ayer reposa en sepultura de olvido o abandono; no perdura sino el legado del amor vivido, como si un nuevo día amaneciera rompiendo su arrebol por la vidriera multicolor del templo del sentido.
Burgos, 11 de mayo de 2005
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1280 - Desde fuera de mí
Complaciente cabalgo sobre el lomo cómodo y teatral de la sonrisa, que si no nace al fondo, se improvisa como por obra mágica de un gnomo. Abiertas las ventanas, hoy me asomo dentro de mí, como hombre que precisa mirarse desde fuera. No se pisa, si dentro se anda, con el mismo aplomo. Desde fuera me oteo imparcialmente con la fría consulta de la mente, ajena a voces de favoritismo. Descuido cuanto dicen, cuanto creo, y al mirar desde fuera de mí, veo sólo aquello que me hace ser yo mismo.
Cantabria, 11 de mayo de 2005
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1281 - Ya eres parte de mí
Cómo naciste en mí, cuánto has crecido, niña, mujer, perenne primavera; el alma, a tu visión, se me libera del lastre que me tuvo sumergido. Antes de ti, metal endurecido que la vida ni ablanda ni aligera, y hoy floto en ti, sentimental galera, en tus olas de piel adormecido. Me he infiltrado, como aguas abrileñas, hasta el núcleo lúbrico en que sueñas los actos por ti nunca formulados. Niña, mujer, conspiradora amante, ya eres parte de mí, feliz trasplante de un corazón sin viejos invitados.
Cantabria, 13 de mayo de 2005

Poemas

Helena, tú
“¡Tanta miseria y víctimas de guerra! Son ya diez años; no hay razón de Estado que lo pudiera haber justificado, menos aún mujer de extraña tierra”. El Consejo de Ancianos recrimina el origen banal de la contienda, y al ver pasar a Helena por la senda cada uno de sus rostros se ilumina. “Por tal mujer, guerreros y murallas, carros y naves, torres y caballos se arriesgarán, y reyes y vasallos sabrán sufrir asedios y batallas.” De treinta siglos hacia ti vendría como he llegado a ti de otro hemisferio; tan bella realidad, si ayer misterio, tan bella realidad, y toda mía.
Cantabria, 12 de mayo de 2005
Diseño: Carmen Álvarez
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