Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Transparencia

Índice

Sonetos:
Transparencia (I) Transparencia (II) Transparencia (III) Transparencia (IV) Transparencia (V) Transparencia (VI) Transparencia (VII) Transparencia (VIII)
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Breverías

2601
Escucho la sonata que al piano tocabas tiempo atrás, cuando las notas saltaban de tus dedos a mi oído. Las escucho desde un segundo plano, dentro de mi cerebro; tibias gotas de amargo llanto, desde que has partido.

2602
Entre las cien ventanas, sólo hay una que mantiene su marco iluminado en esta noche huérfana de luna. ¿Será que has recibido un invitado? Entre las cien, tan sólo una ventana ha cerrado los ojos. Inquietante. Sólo una hipótesis mi mente hilvana. ¿Será que duermes con tu nuevo amante?

2603
Esta ciudad me cansa. Los millones de gentes insensibles que la habitan no son hombres, son meras extensiones de las máquinas ciegas que ejercitan. Ni pensar ni soñar entra en su entorno; pitanza, cópula, violencia y muerte son origen y fin, laurel y adorno. Y yo esperando que alguien me liberte.

2604
Mi itinerario incluye cada esquina de la localidad en que resides, donde mi paso errático se obstina en sorprenderte; pero no coincides. Te seguiré buscando de otro modo, donde siempre estuviste y no te ausentas, en cada íntimo y cálido recodo de mi entraña y mi mente, de ti hambrientas.

2605
No importa, en cierto modo, si me piensas, si me quieres, si ya me has olvidado. Viniste a mí, quebraste las defensas de mi núcleo vital acorazado. Y descubrí otro mundo, que perdura dentro de mí como lo fue contigo. Si tu partida fue mi noche oscura, hoy resido en la luz que va conmigo.

Sonetos

2810 - Transparencia (I)
No sabía de ti, si magia ausente, prodigio por nacer, o visión muerta. Por no vivir yo en sombra tan incierta te han parido las luces de mi mente. A mi lado caminas, con silente transparencia de arcángel, cuya oferta, tan discreta y tajante como experta, a nadie, sino a mí, se hace evidente. Quisiera a veces proclamar a todos quién eres, cómo actúas, y en qué modos haces mi hoy fascinante y gris mi ayer. Mas siendo tú mi creación, elijo mantener mío sólo el regocijo por lo que nadie habría de entender.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2011
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2811 - Transparencia (II)
Por los paisajes de tu piel camino, trazando sendas, culminando alcores, ahondando en simas, aspirando olores de esta tu primavera en que me obstino. Cada día el eterno femenino renace en ti, verdean tus colores, y se acentúan hambres y temblores, progresando en galante desatino. Unos lo juzgarán turbión de mayo, otros, tal vez, convencional ensayo entre el apetecer y el conseguir. Mas yo, que te conozco, por ser mía, se que es la eterna, humana sinfonía que se me ha encomendado dirigir.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2011
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2812 - Transparencia (III)
Entramos al Café. Libre la mesa en el rincón aislado, semioscuro, bajo las acuarelas que en el muro nos susurran de amantes en calesa. Nadie te ve. Sobre el ambiente pesa densidad de humo y voces. Me aventuro a pedir dos cafés, y le murmuro: “Sin leche el de la dama”. No hay sorpresa; ni inquiere ni se asombra el camarero. Sirve y se va. No soy, quizá, el primero que habla solo, o con alguien invisible. Pero tú estás aquí, y en mi retina, palpitante mujer, brasa genuina, si bien a los demás imperceptible.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2011
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2813 - Transparencia (IV)
Atraigo extrañas, súbitas miradas al volverme hacia ti por la vereda, sonriendo y hablándote; se queda pasmado el transeúnte; no hay pisadas a mi lado que dejen estampadas otras huellas hundidas en la greda; ni perciben tu voz, que desenreda en mi oído caricias embozadas. ¿Me tomarán por loco argumentando con su agitada sombra en torno a cuándo, por qué y a dónde apuntan mis caminos? No te ven, y no entienden que te llevo, mi brazo en tu cintura, y me conmuevo percibiendo tu amor bajo los pinos.
Los Angeles, 22 de noviembre de 2011
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2814 - Transparencia (V)
¿Serás verdad, o acaso una quimera? Me ofusca la actitud del caminante, que parece no verte, aunque radiante vas a mi lado por su misma acera. Me incomoda el saludo que debiera ser para dos, e ignora el fascinante perfil que me acompaña, piel de amante, patente aun bajo manto de ceguera. Y me irrita la irónica sonrisa del majadero que, al pasar, me avisa de callar, que no llevo compañera. ¿Qué sabrán ellos de quien va conmigo, si no saben mirar? Yo soy testigo de esta amante a quien amo a mi manera.
Los Angeles, 23 de noviembre de 2011
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2815 - Transparencia (VI)
Sé que no te he inventado, porque puedo erizarme al contacto de tu mano, estrecho tu cintura, y al piano veinte dedos teclean. Desenredo tu cabello entre almohadas, y me quedo perdido entre tus brazos, hortelano plantando su raíz, sembrando el grano en la húmeda oquedad en que me hospedo. No eres ficción, ensueño ni espejismo, pues vuelcas en mi piel el erotismo palpitante y real que te domina, y al que en medida idéntica respondo. ¿Cómo adentrarme hasta tu propio fondo sin ser en realidad mujer genuina?
Los Angeles, 23 de noviembre de 2011
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2816 - Transparencia (VII)
¿Acaso va la transparencia huyendo de tus formas etéreas? Hay miradas que parecen rozar tus delicadas líneas inmateriales. No lo entiendo. Has sido toda mía, y sigues siendo, mas creo percibir en tus pisadas ligeras huellas, como si marcadas por ángel a esta vida amaneciendo. Eres casi neblina, y se te mira, y hay quien pasa de largo, y quien suspira por tan casi perfil, casi silueta. Proceso irreversible que me advierte que en cierto tiempo todos podrán verte, y la exclusividad se me retira.
Los Angeles, 23 de noviembre de 2011
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2817 - Transparencia (VIII)
Desvanecida ya la transparencia, eres casi de todos. Qué calvario. Antes mío tu espíritu incendiario, hoy me lo diezmará la competencia. Tuve mi tiempo junto a ti. La ausencia es opción de futuro; el calendario marca diversas fiestas, y es sudario tanto como blasón; gozo y dolencia. Disfruté tu visión en exclusiva, mas ya empieza a arribar la comitiva que asediará el mural de tus encantos. Quizá elijas quedarte; quizá fluyas con la corriente, y forjes o destruyas hombres y amores. En la vida hay tantos…
Los Angeles, 23 de noviembre de 2011
Diseño: Carmen Álvarez
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