Breverías
2931
En exilio de ti, sigo soñando,
alimentando el hambre de esperanza,
y no eres patria, sino amada ausente.
Por extraños senderos caminando,
hospedado en albergues de labranza,
siendo tú hogar, e intimidad ferviente.
Mas ya no sé ir a ti con fe de amante,
tan de amigo tu abrazo, tan distante.
2932
Escucha al enemigo, que ha de hablarte
de tu inferioridad, tus deficiencias,
tal vez con más franqueza que el amigo.
Y en ese punto habrás de examinarte.
Sólo rectificando lo silencias,
sin apelar a agravio ni castigo.
2933
Todos fuimos creados, mas no iguales.
Sabios o necios, rústicos o artistas,
en la mano gladiolos o puñales,
de carácter rebelde, o conformistas.
A cada cual se le otorgó un programa
para desarrollar su propia vida;
y hay quien en vez de susurrar, proclama,
y quien en vez de recordar, olvida.
No es del plan o la fórmula el problema,
mas cómo cada cual usa el sistema.
2934
Llega al conocimiento quien explora,
y yo intento llegar a conocerte.
Tu realidad, quien eres, se evapora
por la simple intención de oscurecerte.
Hoy vengo a descubrirte, levantando
cada velo, disfraz o cobertura
que oculta, como indigno contrabando,
los misterios de tu íntima hermosura.
Desnuda, sin la piel del atavío,
tu cuerpo en flor, prensado contra el mío.
2935
Se hará verdad tu sueño, como ansías,
y de momento, colmará tu afán.
De momento, no más. Tus alegrías
no alcanzarán las cotas ni los días
que aún programados en tu mente están.
Sonetos
3226 - Remoto
Me tienes en la palma de la mano,
y tu presencia se hace tan remota…
En el eje del triunfo, y tal derrota;
si ha sido posesión, lo ha sido en vano.
En mi sombría confusión, me afano
por retejer la urdimbre que fue rota,
mas si unilateral, mi esfuerzo agota,
tornando el objetivo más lejano.
Tu realidad se me hace tan distante
como si yo, de dos, fuera el amante
cuyos pasos persiguen convergencia.
Como si tú, que ayer a mí venías,
hoy, en la encrucijada, te desvías,
usurpándome rumbo y pertenencia.
Los Angeles, 19 de abril de 2013
3227 - Repliegue
Campo gentil de mis operaciones,
sobre el que soy milicia y estratega,
por el que avanza, ocupa y se repliega
la fuerza que no es fuerza en sus funciones.
En la guerra no vencen las razones,
ni triunfa el combatiente que se entrega;
mas en nuestro combate, la refriega
sigue otras reglas, tácticas, acciones.
Al invadir tu inerme territorio,
avanzo y me repliego, en giratorio,
sinuoso o directo recorrido.
Sabes mi último plan, mas no el proceso,
que exige ardid, sondeo y retroceso,
para volver sobre lo ya tenido.
Los Angeles, 20 de abril de 2013
3228 - Retozo
Salta y brinca, pletórico chicuelo,
que ha reventado en tu interior el gozo
de no sé qué minucia, y el sollozo
de ayer es ave que emprendió ya el vuelo.
Varón que vibras como tigre en celo
al paso de las hembras, tu alborozo
se tornará en canción de calabozo
si no abordas su piel de terciopelo.
La memoria es falaz, hombre maduro,
y esa danza que inicias al conjuro
de las pasadas glorias es tardía.
El genuino retozo es del presente,
cuanto una parte apremia, otra consiente,
acoplándose dos en compañía.
Los Angeles, 21 de abril de 2013
3229 - Ruego
Todos tenemos algo de mendigo
por la necesidad y la carencia;
la ansiedad nos apremia, y en la urgencia
pordioseamos bálsamo o abrigo.
Llamo a tu puerta, pero no te obligo,
pues sólo traigo ruego, no exigencia;
la brasa en mi interior, ya efervescencia,
más delata al amante que al amigo.
Cansado del camino y de las vanas,
anémicas limosnas cotidianas,
procuro un clima de futuro, estable.
Si me invitas a entrar, y en tu sonrisa
percibo la adopción, clara y precisa,
renunciaré a mi ruta inexorable.
Los Angeles, 21 de abril de 2013
3230 - Roce
Bajo la piel sedosa duerme el tacto,
arrullado al tictac de sangre y venas,
susurro evocador de las colmenas,
manteniendo en la miel su gusto intacto.
Sólo despertará bajo el contacto
de otra piel carismática, que apenas,
murmurando sutiles cantilenas,
quiebre el silencio con su leve impacto.
Casi toque, prefacio de caricia,
en sí mismo minúscula delicia
de júbilos futuros sugerente.
Etéreo roce, casi imperceptible,
mas productor de fórmula asequible
para llegar al éxtasis yacente.
Los Angeles, 21 de abril de 2013
3231 - Ruinas
Las ruinas son las almas de los muertos
que se negaron a emprender la huída.
Quedó su antigua majestad dormida,
y hoy nos hablan sus ámbitos desiertos.
En la piedra tallada están despiertos
idea, sueño, regocijo, herida,
que tejieron la urdimbre de la vida,
palpitante aun en tiempos tan inciertos.
Tantas ruinas poseen más belleza
que en sus etapas de épica grandeza
si se ven con los ojos de la mente.
No las reconstruyáis; sean testigo
de que ni el tiempo, acérrimo enemigo,
logró enturbiar su hechizo transparente.
Los Angeles, 21 de abril de 2013
3232 - Ruido
Escucho la canción del aguacero
llamando a las ventanas, el bramido
del viento en el tejado, y el silbido
del mirlo blanco al borde del alero.
Ésta es mi música, y algún bolero
que sepa hablarme de dolor y olvido,
más el viejo Beethoven, elegido
como el inseparable compañero.
El resto es griterío y estridencia,
voz inarticulada, o elocuencia
que ni hechiza, convence o entretiene.
Por eso, al dialogar, lo hago conmigo,
con mi ser interior, único amigo
que me habla en la quietud que me conviene.
Los Angeles, 21 de abril de 2013
3233 - Ropa
Nunca mejor vestida que desnuda,
mujer a punto de salir del baño;
ropa es disfraz y, como tal, engaño;
la desnudez no da lugar a duda.
Cubrir es defraudar, y quien se ayuda,
por inseguridad, de tal amaño,
concede más apreciación al paño
que a la elocuencia que la piel exuda.
Ven a mí en tu esplendor más trepidante,
que toda tú eres lúbrico semblante
para admirarse a rostro descubierto.
Sin atuendo naciste. El atavío
me arrebata el placer de lo que es mío,
tras envoltorio de valor incierto.
Los Angeles, 22 de abril de 2013