Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (L)

Índice

Sonetos:
Estela Estímulo Etapa Euforia Evocación Exceso Exclusión Exigencia
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Breverías

3071
Cometemos errores, y engreídos, no les damos el nombre que merecen, sino que los tildamos de experiencia. En nuestros desbaratos no hay vencidos; sólo palabras que nos ennoblecen, diestros en el ardid de la apariencia.

3072
Cada sonrisa o lágrima nos llega por haberla escogido de algún modo, no es el azar que con nosotros juega, aproximándonos a sol o a lodo. Si uno es gozo y el otro nos lo niega, sólo a nosotros lo debemos todo. Cuanto nos viene ha sido convocado, por nuestra voluntad, no por el hado.

3073
Se ensancha mi intelecto, y se prolonga, con cada percepción que se me adhiere. No se me recomiende o se me imponga, que sólo en plena libertad se adquiere.

3074
¿Cómo se desarrolla la destreza, herramienta invisible, productora de la complejidad, de la belleza, de la fuerza del alma creadora? Tal vez es don de la naturaleza, y lo perfeccionamos cuando aflora. O quizá es privilegio de la mente y de las manos, exclusivamente.

3075
La verdad, las pasiones, los valores, son entes de razón, simples ideas, sin vida propia, crípticas, sin peso, como el río a través de sus rumores. No lo conocerás si no braceas en la corriente de sus aguas preso.

Sonetos

3450 - Estela
Te contemplé alejándote del puerto, mi bello galeón, velas henchidas, con rítmico rumor de despedidas sobre las olas, en vaivén incierto. Frente a la proa un horizonte abierto de remotas promesas, transmitidas por viento errante, cuyas sacudidas reflejan más lo ambiguo que lo cierto. Me quedó la sonrisa de tu estela, prolongada, mas tenue, que revela, más que nexo común, separación. Feliz viaje, galeón. Vacío quedará este lugar, pues no es lo mío sentarme y esperar en un rincón.
Los Angeles, 22 de septiembre de 2013
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3451 - Estímulo
Me sacudes, me incitas, me estremeces, saltando por el aire mis sentidos; aun sin contacto, quedan sacudidos, aun sin rumor o imagen te me ofreces. Si en luz, en brasa, o en color floreces, quizá uno de tus átomos perdidos se haya instalado en mí, y en retorcidos, suaves impulsos me rejuveneces. Eres relámpago y, electrizante, descargas sobre mí tu penetrante poder de seducción, al que sucumbo. De tal modo, aun distante, me estimulas, que sólo con estar, desarticulas toda mi trabazón, y me derrumbo.
Los Angeles, 22 de septiembre de 2013
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3452 - Etapa
Mi camino hacia ti no se demora marcando etapas; sólo una jornada me exijo, de partida a recalada, breve lapso en la mente soñadora. Alas de golondrina voladora bate mi espíritu, y en su escapada, ni obstáculo ni halcones ni emboscada retardarán su marcha exploradora. Y exploración será, tras el encuentro, de cuanto hay en tu piel, o llevas dentro, seguida de recíproca conquista. Casi tocando la anhelada meta, mi única y breve etapa se completa teniéndote al alcance de la vista.
Los Angeles, 22 de septiembre de 2013
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3453 - Euforia
Danzan alborozadas las campanas en tu flujo sanguíneo; resuena la explosión pirotécnica y rellena tus pupilas de ardientes filigranas. Llegó tu cumpleaños; te engalanas y brindas por tu vida y por la ajena; una mujer sacude su melena, y en tu mente ya es tuya, y la profanas. La vida es una fiesta, y solemnizas cada instante en que te revitalizas, aunque sigue un abismo a cada altura. Eufórico hoy, mañana alicaído, montaña rusa donde sólo el ruido vincula regocijo y desventura.
Los Angeles, 23 de septiembre de 2013
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3454 - Evocación
Vuelves la vista atrás en el intento de capturar la imagen que ha cruzado, hace un mes, o diez años, por tu lado, y su gozo, tal vez, o su lamento. El sendero, no expuesto a lluvia o viento, serpea por el ámbito callado de la memoria, en curvo y prolongado derrotero de abstruso seguimiento. La tiniebla, o a veces la neblina, enturbian la silueta que camina tal como ayer, mas ahora por la mente. Quisieras revivirla en su belleza, y en su verdad antigua, pero empieza a perder claridad, se te hace ausente.
Los Angeles, 23 de septiembre de 2013
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3455 - Exceso
Más allá de la línea divisoria, trasponiendo confines, prohibiciones, y el árbol de la ciencia. Las opciones son de elegir, mas no entre infierno y gloria. Si es nuestra vocación exploratoria, y avanzamos en flota de emociones; si el objetivo clama decisiones, su logro es decisión obligatoria. Cuanto parece ser inadmisible deja de serlo, y se hace permisible, como lo ha sido siempre la conquista. Oh, fuerza inevitable del exceso, que no admite temor ni retroceso una vez que el trofeo está a la vista.
Los Angeles, 23 de septiembre de 2013
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3456 - Exclusión
La superioridad, la aristocracia, los que se esculpen alto monumento en mármol negro, aún siendo de cemento su propia alcurnia, irónica falacia. No hay exclusión sin altivez. La audacia repudia el hermetismo, y el talento tal vez evitará el estrechamiento de la mano callosa. ¿Suspicacia? ¿Desprecio? ¿Vanidad? ¿Altanería? Todo, mas sobre todo miopía; ni a sí mismos se ven ni a los demás. Por eso los relegan a niveles que no soportarían sus lebreles, mientras ellos reclaman más y más.
Los Angeles, 24 de septiembre de 2013
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3457 - Exigencia
¿De dónde tu poder, y tu arrogancia, requiriendo, obligando? Tu lenguaje implanta pedestal y vasallaje, derivados, no más, de la ignorancia. Yo soy igual a ti, y en consonancia de equipo superamos tu montaje; ¿a qué, pues, el enfático plumaje con que exhibes arbitrio y relevancia? Desciende de tu estrado, que la altura intoxica el cerebro. Tu estatura, comprobarás, está a nuestro nivel. En tal punto, tu absurda incompetencia descubrirá, tal vez, que la exigencia se traduce en espada de papel.
Los Angeles, 24 de septiembre de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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