Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1286 - La paz que un día tuve
No la perdí, me la has arrebatado, la paz que un día tuve es guerra interna; aunque jamás la concibiera eterna, no fue su aciago fin anticipado. Hoy me siento rendido y hostigado como el oso en asedio en su caverna, mermado estoy, como a quien una pierna o un brazo le haya sido cercenado. Desmontado el andamio de mi calma, me has arrancado la mitad del alma, y ahora la otra mitad se desnivela. Íntegro estuve en brazos del sosiego, pero hoy el corazón, a sangre y fuego, resuelto gladiador, se me rebela.
Cantabria, 23 de mayo de 2005
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