Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

192 - Dina
“Y viéndola Siquem, príncipe de aquella tierra, la cogió, se acostó con ella y la violó”. (Génesis 34: 1-2)
Vino al amanecer, grácil y pura, el cántaro vacío a la cadera, velado el rostro, negra cabellera cayendo en olas hasta la cintura. Sólo sus ojos ví, mirada oscura como la noche en que al amor se espera; y junto al pozo, bajo la palmera, se abrazó mi deseo a su figura. Me resistió, mas doblegué su intento usando fuerza, mas sin ser violento, y vi creciente su debilidad. Se aflojaron sus manos en mi pecho, y me anudaron en abrazo estrecho, y al final nos amamos de verdad.
Los Angeles, 12 de mayo de 1999
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