Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

2352 - La hora postrera
Es difícil amar a quien se piensa perder un día, que el amor requiere cierta estabilidad aunque aligere su condición de exhuberancia intensa. Y sin embargo te amo. Me compensa cuanto vivo y recibo. No me hiere recelo de mañana, ni interfiere con mi fervor un plan de autodefensa. Déme el futuro lo que esté dispuesto. Cada noche en espíritu me apresto, como hago en cópula, al final del mundo. Siempre es la hora postrera, el desenlace de cuanto se ha vivido y cuanto se hace; cada instante es el último segundo.
Los Angeles, 15 de abril de 2010
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