Breverías
2966
La idea sin palabra, el sentimiento
sin beso que lo exprese,
son huérfanos ilustres, maniatados.
La palabra desnuda es instrumento
que ni pincha ni corta, y si lo hiciese,
sus productos serían devaluados.
Como el beso mudable, sin raíces,
que bajo precio dan las meretrices.
2967
Ven a bailar conmigo.
Los pies escriben íntimo poema,
entrelazando versos. Yo consigo
dialogar con los tuyos, y prosigo
rubricando en el suelo el mismo tema.
Tema que serpentea y se insinúa,
como beso, si tímido, apremiante;
y avanza, y retrocede, y continúa
sus erráticos giros, y fluctúa
entre embestida y rendición de amante.
2968
Cautivo de tu error, de tu despego,
de la vida que has hecho de ti mismo,
¿a quién imputarás de tal mazmorra ?
Bloque a bloque la alzaste, como un juego,
a golpes de abandono, de egoísmo,
y hoy su cerco te asfixia, te amodorra.
Quien siembra las semillas en el viento,
se asienta entre el fracaso y el lamento.
2969
A menudo me encuentro maniatado
entre lo cerebral y lo emotivo,
raramente los dos en sintonía.
¿Cómo uncirlos al yugo? ¿Con qué arado
lograré abrir el surco productivo
en tierras de razón y anatomía?
2970
La vida es esa extraña librería
donde duermen los libros del fracaso,
del éxito, del cambio y la rutina.
Compra el libro adecuado, el que vacía
su contenido en ti, cuyo traspaso
a la vez que te impulsa, te ilumina.
Todo de ti depende, es un sendero
que no tienes que hacer, que se camina,
pero que debes elegir primero.
Sonetos
3282 - Paréntesis
Más que ser, más que estar, nacimos río
emanando en perpetuo movimiento;
de quien fuimos ayer, queda un fragmento,
mitad canción, mitad escalofrío.
¿Y mañana? Tal vez un labrantío
que nadie sembrará; quizá un intento
o proyecto de idea, o sentimiento,
que nos sacuda del actual hastío.
Requerimos un dique que adormezca
un tiempo la corriente, y nos ofrezca
la opción de meditar y decidir.
Paréntesis vital, límpida calma,
que nos ordene la babel del alma,
dando sentido al próximo fluir.
Los Angeles, 9 de junio de 2013
3283 - Paraguas
Bóveda protectora del amante
que indeciso recata su postura;
secesión del gentío, y envoltura
de la amada en el círculo galante.
Apaga el mundo externo y, rutilante,
inflama en delicada desmesura
la tímida pareja, que procura
quebrar el molde ingenuo, sofocante.
La cúpula protege y aproxima,
creando el clima idóneo, y margina
cuanto saboteó la timidez.
El paraguas abierto circunvala
dos vidas sin arranque, y les avala
una dosis mayor de madurez.
Los Angeles, 9 de junio de 2013
3284 - Papel
Toma cuerpo la idea en la cuartilla
a través de mis ojos, de mis dedos,
ya en forma cristalina, o con enredos.
No enrojece el papel, tampoco brilla.
Ni alma tiene ni piel; yace a la orilla
del concepto, ignorando los torpedos
que de la mente surgen, y los miedos
que transforman el sueño en pesadilla.
Ajeno a todo, yace en mi escritorio,
recibiendo, no más, el repertorio
de triunfos o derrotas que me agitan.
Me contempla. Ni asiente ni sonríe;
cadáver es que, aunque se lo atavíe,
no alternará con quienes lo visitan.
Los Angeles, 10 de junio de 2013
3285 - Panteón
No murieron los dioses, acogidos
al Panteón, disfrutan su reposo.
El ‘oculus’, espía luminoso,
vigila el cielo del que son venidos.
Y en reverso, los cielos, ya perdidos,
atisban desde lo alto, sin acoso,
el magnífico círculo espacioso
que acoge el sueño de los elegidos.
Los otros panteones representan
la vieja idea; aquellos que se ausentan
hacia un mundo mejor, allí se instalan.
Monumento a la paz del peregrino
que, alcanzado el final de su camino,
llega a un mundo en que a todos los igualan.
Los Angeles, 10 de junio de 2013
3286 - Palpar
No te desnudes todavía. Espera.
La ocasión, tentadora, vendrá luego.
Ahora adoptemos tácticas de ciego,
extendidas las manos, compañera.
Voy a ti en amplitud de enredadera,
asiendo los relieves; me repliego,
me aferro a cada grieta, y sigo el juego,
que de ti misma al punto se apodera.
Alarga sus tentáculos el tacto,
y se enreda, y se anuda, y el impacto
producido es idéntico y difiere.
Rebelión en el sexo. Es el momento.
Venga la desnudez a ritmo lento,
sobre esta piel que a ti, mujer, se adhiere.
Los Angeles, 10 de junio de 2013
3287 - Palmera
El rumor de las dunas adormece;
sus caderas de arena, sinuosas,
pertenecen a inmóviles esposas
del simún, que por ellas languidece.
Su paso de aire las rejuvenece,
tiemblan, se desperezan cautelosas,
y en sábanas de luz voluptuosas
su sensual curvatura se estremece.
En el desierto no hay, se hace camino.
La silueta lejana de un beduino,
del paisaje, a camello, se apodera.
Rítmico avanza, fija la mirada
en el distante oasis, su acampada
a la sombra gentil de la palmera.
Los Angeles, 11 de junio de 2013
3288 - Palabra
Mi caricia verbal, la que te abraza,
que transpone el vallado del atuendo,
por cuyo cauce etéreo me extiendo
hasta tu propia entraña. No hay coraza
que de ella te proteja. Se disfraza
con matices de tono, ya en crescendo,
ya en susurro, o rumor, mas eludiendo
turbulencias de enojo o amenaza.
Su textura es de bálsamo, de seda,
de brisa matinal que se te enreda
en la topografía de la mente.
Y a veces, la palabra silenciosa
te llega en la mirada luminosa
que sólo tú detectas transparente.
Los Angeles, 11 de junio de 2013
3289 - Pacto
Lo firmé. Sin saber si firmarías.
No requiere el amor clarividencia,
sino entrega. No es más que la vivencia
de uno sólo en país de fantasías.
Sin esperar, soñando lejanías
en perenne lamento de la ausencia.
Al no reivindicar correspondencia,
por soledad se contarán sus días.
Sexo es pacto de dos, dan y reciben;
mas en amor, aunque ambos lo suscriben,
el del otro no está garantizado.
Será unilateral, mas verdadero;
que amar es dar, aunque el divino arquero
sólo una flecha hubiera disparado.
Los Angeles, 11 de junio de 2013