Breverías
3006
Escribir es abrir cada ventana
del alma, ventilando su recinto
del aire agobiador, rarificado.
Al respirar la exhalación que emana
del azahar, la rosa y el jacinto,
lo impuro quedará desarraigado.
3007
La aptitud del artista no se mide
por la reproducción del medio ambiente,
de aquello que le atañe o lo rodea.
El arte sólo toca a quien reside
en su propio interior, y es lo que siente,
sueña, o ansía, lo que su alma crea.
3008
Me pierdo en ti, pero a la vez me encuentro,
me absorbes, sin perder mi propio estilo,
me diluyo, a la vez que me concentro,
y como tú y yo mismo, me perfilo.
3009
Llevo dentro de mí denso murmullo
de voces que reclaman ser oídas;
las escucho, las mimo, las arrullo,
y las dejo aflorar. Hablan de heridas,
caricias y placeres en barullo
de vuelos o traspiés, pero encendidas.
Me abrasan, me devoran sus mensajes;
hora es ya de emprender otros viajes.
3010
Vivo en la poesía,
país de ilusos, más que de ilusiones,
paisaje de armonía
que esquiva los arpones
de vida y muerte, sórdidas opciones.
Sonetos
3346 - Laberinto
A quien la soledad le ha sido impuesta
la libertad también se le arrebata,
aunque de esto tal vez no se percata,
mas su limitación es manifiesta.
En su invisible laberinto gesta
proyectos de evasión, que no remata,
aunque nadie lo engrilla o maniata,
por no hallar la salida, o la respuesta.
Tantas veces su mente se interroga
por qué, por dónde, y el silencio ahoga
su aptitud de entender, de solventar.
No se huye un laberinto a ras del suelo;
se requiere otro plan, alzarse en vuelo
hacia una nueva tierra; y olvidar.
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
3347 - Laguna
Río y mar son monólogos, y juego,
rondando a veces furia o arrebato.
La laguna es silencio, y es retrato
de cuanto duerme alrededor. Sosiego.
Eludo el alboroto veraniego,
corruptor de su paz y su recato,
prefiriendo su afable anonimato
cuando a su manso litoral me llego.
La laguna tiene alma, y el paisaje
yace invertido en ella, en maridaje
por el que se renuevan mutuamente.
Qué profundo está el cielo en su cimiento
de nubes subacuáticas, que un viento
imperceptible impulsa lentamente…
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
3348 - Lámpara
Superflua casi, eléctrica, elegante,
mas ya no imprescindible requisito
de trabajo de monje o erudito,
sobre rústica mesa, titilante.
Tu antepasada, trémula, humeante,
agobiada de sombras, gestó el grito
de la sabiduría, y quedó escrito
cuanto nos ha impelido hacia delante.
Más que en luz, en penumbra, nos legaron,
sabios y estetas la obra que engendraron
sus mentes a temblores de su llama.
Mas tú, que hoy a mi lado, vanguardista,
serás mañana arcaica, ¿qué conquista,
qué logro llevará tu monograma?
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
3349 - Lanza
Símbolo del valor, en el guerrero
que no sabe escudarse en la distancia,
y percibe el hedor, o la fragancia,
de su propio enemigo en el acero.
Anterior a la pólvora, el lancero
fue arquetipo del héroe, en ignorancia
de temor o abandono, en la constancia
de cumplir su deber de caballero.
La pólvora fue el arma del medroso,
oculto en lejanía, y desdeñoso
del héroe derribado y su bravura;
de aquél que combatía cara a cara,
mientras el pusilánime dispara
desde remota posición segura.
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
3350 - Lascivia
A través de mis ojos te desnudo,
en lenta, clandestina travesura,
que imperceptiblemente se apresura
hasta que a tu perímetro me anudo.
Al pasar, percibiste mi saludo,
en el tono sutil de quien madura
más abierta intención, y en tu figura
siguió elocuente balanceo mudo.
Te llamé. Tras el rápido revuelo
sobre tus hombros del sedoso pelo,
se abrió tu rostro en singular sonrisa.
Percibí en tu mirada la apetencia
que desnuda también, y en tal secuencia
más clarificación no fue precisa.
Los Angeles, 3 de agosto de 2013
3351 - Lazarillo
Mucho en mi vida gris he caminado,
por extraños paisajes, por senderos
más a menudo abyectos vertederos
de humanidad que ruta de expatriado.
Siempre bajo mi impulso, desgajado
por propia voluntad de pregoneros
promulgando destinos, derroteros,
o medios de llegar más apropiados.
Mas hoy, en tu confín, me desconcierto;
son tantos los caminos que no acierto
a decidir la ruta más precisa.
¿Serás en tal opción mi lazarillo?
Que no indago el trayecto más sencillo,
sino el que al fin alumbre tu sonrisa.
Los Angeles, 3 de agosto de 2013
3352 - Labranza
Ábreme las entrañas con tu arado,
y entre en ellas la mágica semilla
que me ha de fecundar. Del sol que hoy brilla,
y de la lluvia en gris habré engendrado.
El tallo ha de emerger, aunque arraigado,
con sed de altura y grácil cinturilla,
siguiendo vocación verdiamarilla,
que en la espiga madura habrá logrado.
Mesnada de soldados elegantes,
cuyos penachos de oro, cimbreantes,
ejecutan mareas bajo el viento.
Y al fin, en la batalla de la siega,
sabrán morir, y su residuo llega
al comedor del individuo hambriento.
Los Angeles, 4 de agosto de 2013
3353 - Latidos
En las plácidas horas, mis latidos
rondan rítmicamente los sesenta.
Leo, escribo, converso, y no se aumenta
su tictac habitual, semidormidos.
Mas llamas a la puerta, y son ladridos,
redoble de tambores, turbulentas
olas contra la escarpa, y mis hambrientas
fieras me convulsionan a rugidos.
¿Qué vapores maléficos emanas
que alborotas mis fibras más humanas,
y en torno a mí se gesta un cataclismo?
¿O es tal vez que tu voz, o cercanía,
altera mi razón y anatomía
dislocando mi propio mecanismo?
Los Angeles, 4 de agosto de 2013