Breverías
3056
Mirando atrás, descubro dos errores
que cometí en mi calidad de amante,
por tímido, quizá, o por inexperto.
No llegar hasta el fin, por los temores
de seguir, presionando, hacia delante;
y negarme al camino, por incierto.
3057
He soñado milagros, utopías,
y al despertar, al alba, me he encontrado,
si con mente vivaz, manos vacías.
Mas una voz sutil me ha revelado
que los sueños requieren energías
activas solamente al desvelado.
Ahora sueño despierto, persiguiendo
las doradas visiones que voy viendo.
3058
Nuestros recuerdos son adulterados
por los turbios colores del presente.
Ni esculpidos en mármol, ni tatuados,
se han ido transformado lentamente
en algo que no fueron, contagiados
por fragancias o hedores de la mente.
Cada nueva vivencia los decora
o desgasta, refina o empeora.
3059
Renazco cada día, y es la aurora
nuevo soplo de Dios que me re-crea.
Y madurando voy hora por hora,
hasta que al fin la luz se tambalea,
y la tumba nocturna me devora.
Enfrento sin temor tal odisea,
porque mañana habré resucitado.
A tan múltiples vidas destinado.
3060
La vida es sombra y luz, gozo y tristeza,
a cuyo desnivel contribuímos
según nuestros proyectos y actitud.
Arrancando a migajas la belleza
que las cosas ocultan, descubrimos
algo más de su propia plenitud.
Es el ojo, la idea, el escrutinio,
lo que rige la acción, nos da el dominio.
Sonetos
3426 - Encerrarse
El silencio te oprime la garganta,
encastilla la mente y tambalea
tu propio entorno, y poco a poco crea
soledad que no alivia, mas quebranta.
Autoencierro, no obstante, es esa planta
que tantos cultivaron, que permea
con su aroma el ambiente, y espolea
cerebro y corazón, y los levanta.
La voluntad es curso decisivo.
Quien se encierra en sí mismo, si inactivo,
aunque respire, lentamente muere.
Sólo aquél, cuya mente creadora
se agita y desarrolla, se incorpora
al grupo innovador. Porque él lo quiere.
Los Angeles, 11 de septiembre de 2013
3427 - Encuentro
Salí en tu búsqueda, perseverante
por cien caminos y de mil maneras.
No te hallé en la ciudad; calles y aceras
cauces de multitud irrelevante.
Ni te localicé en el arrogante
recinto señorial de las afueras.
Te encontré en la campiña, en las hileras
de álamos junto al río susurrante;
en la magnolia, el nardo, la azalea,
en la mansa paloma que zurea,
y el canto eufórico del colibrí.
Te ubiqué en la belleza de la rosa,
y en la frivolidad voluptuosa
con que acaricias, porque estás en mí.
Los Angeles, 11 de septiembre de 2013
3428 - Engranaje
Máquina somos ambos, que funciona
por nuestras propias ruedas de engranaje;
si me muevo, te mueves; tu montaje
se acopla al mío, gira y lo presiona.
Intercalada en mí, me conmociona
tu gradual movimiento, aprendizaje
que asimilo y devuelvo, en mestizaje
de acción y posición, zona por zona.
Cada diente en mi rueda es el convexo
equivalente a lengua, dedo o sexo
que en tus concavidades se establece.
Cada saliente, inserto en cada entrante,
provoca la moción, mutua, vibrante,
del mecanismo que a ambos estremece.
Los Angeles, 12 de septiembre de 2013
3429 - Enigma
Todos somos Edipos, enfrentados
cada día a la esfinge que plantea
insondable misterio, y nos rodea
de recelos, incógnitas, enfados.
No veremos la muerte si emboscados
nos dejan las palabras; nos golpea
un aire de verdad, y una marea
de ambigüedad nos dejará tocados.
La esfinge es quien nos habla, porque oculta
cuanto ansiamos saber, y dificulta
nuestro común, futuro entendimiento.
Ah, los enigmas entre dos amantes,
mentiras o silencios, redundantes
en la muerte interior, o en el tormento.
Los Angeles, 12 de septiembre de 2013
3430 - Enlazar
No es un nudo contigo a lo que aspiro,
pues el nudo aprisiona, o estrangula;
quiero un lazo gentil, porque vincula,
cuya revelación es el suspiro.
Enlazar es unir, mas con respiro,
con cierta independencia que estimula
la relación, mas no la manipula;
y así, más libre, en torno tuyo giro.
Se dialoga mejor cuando enlazados;
quienes viven con nudos apretados,
más que comunicarse, hablan a gritos.
Quiero hablarte en susurro, y en sonrisa,
no en voz de vendaval, sino de brisa,
recorriendo tus íntimos circuitos.
Los Angeles, 12 de septiembre de 2013
3431 - Enredar
Voy a tender mis redes, capturarte,
y hacerte mía, con o sin tu ayuda.
El impulso no es fuerza; quien se escuda
en la violencia ni ama ni comparte.
Te enredaré en palabras, con el arte
del lirismo poético, que muda
pedernal en sonrisa, y te desnuda
cerebro y volundad, no más baluarte.
Hundidas tus defensas, sólo queda
la capitulación, que a miel y seda
se ha de firmar entre ambos contendientes.
Al fin, sin redes ya, mas aún cautiva,
serás amante que jamás esquiva
las connivencias más irreverentes.
Los Angeles, 12 de septiembre de 2013
3432 - Entrada
Abre, mujer, la puerta a este mendigo
que arrastra hambre de amor por los senderos.
He sufrido fracasos, desafueros,
desmán de extraño, deserción de amigo.
Y, pese a tanta adversidad, prosigo
tenaz mi itinerario, por calveros,
poblados, páramos, desfiladeros,
que llevo el mundo, al parecer, conmigo.
Mas no es el mundo lo que busco; es algo
que valga, más o menos, lo que valgo,
y se me ofrezca como yo me entrego.
Abre, mujer, la puerta, que no hay nada
mejor, ni más extática posada,
que al fondo de un abrazo, junto al fuego.
Los Angeles, 12 de septiembre de 2013
3433 - Entrega
En la absoluta entrega de mi abrazo,
y en el férvido abrazo de tu entrega,
renace el alma, sorda, muda y ciega
al viejo ayer, cerrado de un portazo.
En ti sola me abismo y me solazo,
punto final a que mi amor hoy llega.
Ah, mi amante, mi dama, mi colega,
mi bacanal, mi honor, mi espaldarazo.
Esta ofrenda de mí se compagina
con la que de ti parte, y me ilumina,
me completa, me embriaga, me seduce.
Es el momento en que el amor devora,
en que mi alma a la tuya se incorpora,
y en que un cuerpo en el otro se introduce.
Los Angeles, 13 de septiembre de 2013