1021 - Logan
Pensé haberte perdido, manojito
de negro pelo y cascabel sonoro;
y casi recupero y por ti lloro
llanto que malgasté en amor maldito.
Tú mereces mis lágrimas; no hay grito
proferido por alma en deterioro,
equiparable al éxodo incoloro
del sollozo a los párpados adscrito.
Pensé no verme más en los trasfondos
de tus ojos hipnóticos, redondos,
en esa mezcla de quietud e intriga.
Y aunque volviste a casa malherido,
reconocí en la voz de tu maullido
al comilón que sin cesar mendiga.
Los Angeles, 18 de enero de 2004