1057 - Yo sonrío
El viento se hace un nudo en torno mío,
y me invita a bailar bajo las ramas;
el día es un altar envuelto en llamas,
canta bajo la piel la voz de un río.
Cada nube es la quilla de un navío
en otro terso mar; todas las camas,
inmóviles, suspenden sus programas,
como a la expectativa. Yo sonrío
con antojo sutil, casi perverso,
como si el eje azul del universo
cruzara por mis hombros; y al instante,
nueva Venus surgiendo de las olas,
no es el viento, eres tú, piel de amapolas,
en desnudez angélica, mi amante.
Los Angeles, 18 de marzo de 2004