1065 - Dominante
Con tu lengua, dinámico cepillo,
lamerás el betún de mis tacones,
que se hincarán después en tus riñones
como acerada punta de cuchillo.
Argolla al cuello, en cada pie un anillo,
siervo inútil, en freno de emociones,
amordazadas quejas y razones,
arrastrando silencio en el pasillo.
Perro faldero a mi reclamo atento,
tu voz se ha de escuchar si lo consiento,
y no alzarás del suelo la mirada.
Eres nadie sin mí, yo soy tu dueña,
sin mi permiso ni tu mente sueña
ni se escucha el rumor de tu pisada.
Los Angeles, 31 de marzo de 2004