1126 - San Serapión (Zurbarán)
“¿Cómo el alumno eludirá el maltrato
si recibió el Maestro cruz y muerte?
Mi amarga adversidad le caerá en suerte,
y se verá a sí mismo en mi retrato.
Tú, que has comido de mi propio plato,
beberás de mi cáliz, pero advierte
que mi gracia por ti y en ti se vierte,
y hay mucho más después de lo inmediato.”
El discípulo fiel verá las huellas
tintas de sangre, y seguirá por ellas
hasta escalar su peculiar calvario.
Y al final de su trágico viaje,
se ha de salvar enfático el mensaje
aunque desaparezca el emisario.
Los Angeles, 1 de agosto de 2004