1128 - Regreso
Tantas noches sin sueños has dormido,
tantas indiferente has despertado
que el cuerpo yuxtapuesto a tu costado
pudiera ser la sombra del olvido.
Cuando el grito de amor ha enmudecido,
y el beso es un clavel pisoteado,
prófugo el corazón abandonado
se desborda del cauce establecido.
Invadirá el verdor de otros terrenos,
más esperanzadores por ajenos,
realizando los sueños que no tuvo.
Y un día volverá a su propio cauce,
las viejas aguas bajo el mismo sauce,
al mismo atajo gris que antes anduvo.
Los Angeles, 3 de agosto de 2004