1179 - Hasta el fondo
No eres tangible aunque febril abrazo
te encierre en sus tentáculos de acero;
tu disfraz no revela lo que quiero;
mi mano, rúbrica de incierto trazo.
Tan limitado estoy, soy martillazo
que sólo hiere el aire, no el madero;
melodía en silencio, o extranjero
entre la bienvenida y el rechazo.
Mi mano es el bajel que se desliza,
no la raíz vital que profundiza,
absorbiendo el vigor de tu subsuelo.
Sin pasar de la piel, ¿cómo te encuentro?
Amo tu periferia, pero es dentro
donde quiero nadar y alzar el vuelo.
Los Angeles, 21 de noviembre de 2004