1231 - Abrupto camino
Del tiempo en que fui joven, ¿qué me queda
sino esta misma juventud de ahora,
que ni pretende ya, ni se decora
de quincalla, barnices o humareda?
Soy más joven que entonces, se me enreda
entre los brazos vida soñadora
que da y recibe, pero ya no implora,
siendo el ruego servil falsa moneda.
Desde mi altura se contemplan sendas
que hoy no apetece recorrer, contiendas
en las que hoy no osaría inmiscuirme.
Y también puedo ver centelleante
el abrupto camino del amante,
del que no podrá nadie disuadirme.
Los Angeles, 8 de febrero de 2005