1300 - Voces (II)
La voz que me acordona es del presente,
sirga que al fin a la escollera amarra
mi galeón, rasgueo de guitarra
que me devuelve un alma adolescente.
Perdió la transparencia de la fuente
el arroyo que fui, fango y chatarra;
pero hoy ni se ennegrece ni se embarra,
porque tu voz me ha vuelto transparente.
Dance en el tímpano de mis oídos
tu palabra de amor, con sus gemidos
de cristalino címbalo de plata.
Fusión de rosas y de ruiseñores,
tu voz sabe impartirme los temblores
de tu cálida piel bajo la bata.
Los Angeles, 21 de junio de 2005