1353 - Solo
Me golpean las olas. Un martillo
de cíclope descarga persistente
recios impactos en mi pecho y frente.
Sentir, pensar…, qué frágil cantarillo.
Tierra adentro, sin fe, sin lazarillo,
es mi espíritu el mar, siempre presente,
en ruidoso vaivén, y el subconsciente
rebobinando el hilo de su ovillo,
como quien no afrontara revelarse;
dejo los espejismos infiltrarse,
y me siento arrastrado entre la arena.
Soy alga sin raíces, macerada
por agua verdiazul, tibia, salada,
y aspirando a cinturas de sirena.
Los Angeles, 8 de octubre de 2005