1371 - A tu encuentro
Cargado de sudor, porque la prisa
me apremiaba a tu encuentro, soy llegado
a través de ciudad y despoblado,
ave sobre sendero que no pisa.
Andador presuroso no divisa
rosal enrojecido ni arbolado,
ni blanca nube o río desatado,
ni percibe el retozo de la brisa.
Me hablaban transeúntes, no escuchaba;
tantas puertas se abrían, y no entraba;
me hice sordo a la alondra, al colibrí.
Fueron mis pies acelerando el paso,
porque el menor momento es gran retraso
cuando la mente se ha ceñido a ti.
Los Angeles, 27 de noviembre de 2005