1373 - La voz perdida
Creadme una vez más, ya no subsiste
la voz que moduló sangrientas quejas;
no sé si se perdió por las callejas,
o de amargo silencio se reviste..
Yo era mi voz, más que exultante, triste,
como quien canta coplas entre rejas,
versos erráticos, tropel de abejas
que a propios colmenares se resiste.
Y me abracé a un desierto sin sonidos,
reprimiendo susurros y alaridos
en pugna de evasión. Quedé callado,
sin voz, sin vida, mi papel vacío…,
y hoy añoro el ferviente griterío
de cuantos mi mudez ha desterrado.
Los Angeles, 29 de noviembre de 2005