1392 - Julieta
“Un muerto que vive entierra
el cadáver de otro muerto”.
(Shakespeare, “Romeo y Julieta”).
Ni restringe la noche ni invalida
la fragancia en la flor, o sus colores;
ni el clima de odio impide los amores
del alma joven por otra alma herida.
Casi una niña todavía, huida
de facciones rivales, de rencores,
ofreciendo, aceptando los favores
que hombre y mujer comparten en la vida.
Casi una niña, con pasión de adulta,
y la audacia emotiva que resulta
en febril, temeraria decisión.
Muerte aparente por real juzgada,
pobre Romeo, pobre enamorada,
dos veces muertos, vida y corazón.
Los Angeles, 26 de diciembre de 2005