1408 - Muerte
Me voy muriendo al borde del ocaso,
aunque la luz no abdica resplandores;
si no alcanzan la noche los amores,
perecemos con ellos paso a paso.
La vida, al fin, es el mayor fracaso;
somos alborozados labradores
sembrando en alma ajena, y segadores
que llegan a las mieses con retraso.
Sobreviniera en esa hora tardía
cuando la sombra sustituye al día,
hospitalaria desembocadura.
Pero me está abordando antes de verte.
Oh, ciega, terca, insensitiva muerte,
sin granar este amor, tan prematura.
Los Angeles, 23 de enero de 2006