1416 - Religión del sentido
Voy a ungirte de aceites y fragancias
trazándote arabescos con la mano,
en hábil precisión de cirujano
versado en simas y protuberancias.
Calibraré en la tarde tus distancias,
de la alta cúpula al rincón arcano,
y tu dulce animal, tu ser humano,
rondarán en la noche mis estancias.
Mi cuerpo en amplio templo se improvisa,
yo sacerdote, tú sacerdotisa,
que el protocolo del amor festejan.
El incienso que se alza en espirales,
las salmodias, el arpa, los timbales,
en las retinas de ambos se reflejan.
Los Angeles, 15 de febrero de 2006