Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1457 - San Antonio Abad
¿Por qué, en su pobre choza, sonreía jovial el venerable anacoreta? Su luenga barba blanca de profeta en cascada de luces descendía. Cerrada ya la noche, con su orgía de falo y senos en procaz pirueta, sólo queda una impúdica silueta desvaneciéndose al entrar el día. Y un cálido temblor, como si hubiera escanciado en su copa de madera el rojo vino de su juventud. Era un recuerdo sólo. Bajo el manto pacificó su cuerpo, y el encanto de su visión plegóse a la virtud.
Los Angeles, 16 de abril de 2006
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