1461 - Segunda vez
Esta segunda vez, cuando deslices
las invisibles manos del deseo
sobre mi piel, en lento serpenteo
penetrarán más hondas tus raíces.
Extinguidas las viejas cicatrices,
rosas marchitas, ciego parpadeo,
sobre mi carne renacida veo
pulsos más vivos, huellas más felices.
En las segundas veces no hay sorpresa,
cada sentido en libertad se expresa,
caballo desbocado, águila en vuelo.
Esta segunda vez hay un camino
establecido ya, si clandestino,
recubierto de blando terciopelo.
Cantabria, 4 de mayo de 2006