1470 - Vieja estación
Los trenes llegan y se van; apenas
otorgan un minuto a la parada;
la estación de ladrillo, desdentada,
viejo castillo huérfano de almenas,
no sabe o puede revivir escenas
de su mejor etapa, hoy marginada;
el bullicio de ayer, la encrucijada
de multitudes, súbitas colmenas,
ya no viven siquiera en la memoria;
se han dormido el estrépito y la euforia,
y el silencio pasea en los andenes.
Nadie viene ni va, sólo yo espero
tu llegada, perdido pasajero,
pero con la certeza de que vienes.
Cantabria, 17 de mayo de 2006