1526 - Desde esta latitud
Nunca te he amado más que en la partida,
con esa sensación de que perdemos,
como galera sin timón ni remos,
una parte crucial de nuestra vida.
Podrá la vega estar reverdecida,
podrán tornasolar los crisantemos,
la fronda retoñar, y escucharemos
su despertar de amante estremecida.
Mas para el corazón, para la mente,
será una primavera indiferente,
sin color, melodía ni fragancia.
Y en este soledoso desgobierno,
parece presagiarse un triste invierno,
pero te sigo amando en la distancia.
Los Angeles, 7 de agosto de 2006