1550 - ¿Escuchas?
Qué triste baja la canción traviesa
del agua entre las piedras, si el oído
se forra de silencio, si vencido
de ruidos interiores se confiesa.
Libre es su canto, que incesante expresa
gozo de luz, o sombra de gemido,
pero nunca venablo del olvido
que en muda frialdad nos atraviesa.
Danza a veces mi voz, y a veces gime,
siempre en ruta hacia ti; mas dime, dime:
¿La escuchas o se pierde en la ribera?
Mi corriente no cede, luz, rumores;
me ven, me aceptan, pájaros y flores,
y tú tal vez te quedas a la espera.
Los Angeles, 30 de agosto de 2006