1558 - Mis manos
Miro mis manos y te veo en ellas,
o, desenvueltas, sobre ti las veo,
tú, superficie de agua en burbujeo,
que no sé si te irrumpo o me atropellas.
Las examino, me presentan huellas
de ti misma y evoco el escarceo,
percibiendo el aroma y el deseo
de horas tan carismáticas y bellas.
Tan yuxtapuesta a mí, tan adherida,
tiempo atrás, que has quedado entretejida
en la red de mis surcos dactilares.
Y al alzarlas al rostro, qué delicia
sentir que en cada dedo me acaricia
la esposa del Cantar de los Cantares.
Los Angeles, 25 de septiembre de 2006