1564 - Desde aquí
Te quiero más por ser inasequible,
si bien en el abrazo te quisiera;
te quiero con amor que desespera,
aunque siempre esperándote tangible.
Estás, estoy, no estamos. Qué irascible
se me revienta el alma en la ribera
de tenerte sin ti, tan extranjera
en tu horizonte azul, tan disponible.
Hambre padezco desconcertadora
que implacable la entraña me devora,
dejándome más ávido de ti.
Hambre que has provocado, y recrudeces
cada vez que a ti misma te me ofreces,
flor que se abre y no alcanza el colibrí.
Los Angeles, 6 de octubre de 2006