1582 - A borbotones
A través de tu día evaporado
entro en la noche, río de sorpresas;
a nado voy, las aguas, tan espesas,
que floto sobre ti inmovilizado.
También el tiempo inmóvil, que ha quebrado
la clepsidra; y al viento las pavesas
del tronco consumido, y las promesas
a fuego lento, igual, se han consumado.
Nunca amanecerá. Seguirá errante,
sin rumbo fijo, el río en su intrigante
fluir de asombros y estupefacciones.
Y en esta noche de aguas infinitas,
cuanto preciso, cuanto necesitas,
sobrevendrá brotando a borbotones.
Los Angeles, 2 de noviembre de 2006