1628 - También la fiera
Te he visto en los jardines escondidos,
donde las rosas gimen por ausencia
y su aroma es la voz de la dolencia
latente tras los pétalos dormidos.
Te he percibido en la ola de sonidos
de aves y orquestas, en la transparencia
de los arroyos, y en la irreverencia
de juegos dionisíacos prohibidos.
Y te vislumbro al fondo de mi entraña,
mezcla de amor e instinto, que acompaña
cada paso que doy, opción que tomo,
sed que me da, montura que cabalgo.
Y espero ver, si de mi encierro salgo,
también la fiera que me arquea el lomo.
Los Angeles, 27 de enero de 2007