1646 - Ya no
Vienes desde un ayer que ya no vive,
cadáver tú también, rosa marchita,
que ni vuelve a nacer ni resucita
por mucho que otra mano la cultive.
Todo tiene pináculo y declive,
y aun en ciudad o en llano se transita;
nada es perenne, estamos de visita
con sólo un punto, el hoy, que nos motive.
Tú eres de ayer, y ayer tuvo su gloria,
pero las cosas, y hasta la memoria,
tienen su fecha de caducidad.
Agua pasada ya en el río, viento
que no agita los olmos, instrumento
de mudo acorde o gris sonoridad.
Los Angeles, 4 de marzo de 2007