1688 - Isaías, 1937
Ha crecido la hierba, hermano mío,
sobre el barbecho de tu sepultura;
pero también se agranda tu estatura
dentro de mí, a pesar del griterío.
Tantas voces escucho en desafío
de la historia que fue, tanta estructura
moral y física se nos fractura,
que veo el hoy, como el ayer, sombrío.
No hay flores en la tumba que te guarda,
porque adversa política bastarda
hace oscilar el péndulo al desquite.
Alta la hierba que tu nombre oculta,
una vez más a ti se te sepulta,
y una vez más la historia se repite.
Cantabria, 12 de mayo de 2007