1697 - Llegué y amé
He avanzado entre muslos diagonales,
columnas lúbricas hospitalarias,
donde abismadas rutas secundarias
cruzan a veces sendas principales.
Me detuve a beber en manantiales
de convulsivas aguas, en las varias,
íntimas franjas, zonas solitarias,
susceptibles de audacias sensoriales.
Llegué y amé; no fui disminuído
por mente anémica o pudor fingido;
todo ofrecido fue, todo aceptado
en absoluta desnudez, desierta
de ajenas sombras, como quien despierta
inesperadamente a nuestro lado.
Cantabria, 21 de mayo de 2007