1718 - Sola (I)
En orfandad, tan sola sobre el lecho
que, ara de templo, te ofrendara un día
al dios de la pasión, la fantasía,
bajo la piel de un hombre insatisfecho.
Y tú le ofrecerías cada pecho
para la sed, y abierta travesía
por cada zona de tu geografía
para domar sus fieras al acecho.
Y él te daría tanto, tanto, tanto…
Y te dio soledad y desencanto,
de ti colmado, ajeno a tu vacío.
Y me crucé en tu senda, tú tan triste.
¿Vienes conmigo, amigo?, me dijiste.
Y hoy, si te llamo ‘amor’, añades ‘mío’.
Los Angeles, 25 de junio de 2007