178 - Nada
Grito de soledad, desesperado,
súplica en la mirada humedecida,
¿dónde vas, caminante en despedida,
por sendero en zig zag desorientado?
Mi pleamar se derramó a tu lado
desbordante, y quedaste sumergida,
y al retirarse el agua, estás perdida,
y yo sin tí igualmente extraviado.
Al despertar cada mañana, esperas
estrechar mi caudal en tus riberas,
y se evapora el río de repente.
Y no ves direcciones ni objetivos,
tan sólo sentimientos explosivos
sofocados abrumadoramente.
Madrid, 20 de abril de 1999