1819 - Placidez
Flota silencio joven en la estancia,
a tu espalda mi pecho aglutinado,
y un leve olor de sexo extenuado
granjeándose rango de fragancia.
En tan íntima, mutua concordancia
de concepto y propósito, no hay lado
de alma o cuerpo viviendo emancipado,
abolidas están cifra y distancia.
Sólo el rítmico hervor de mis latidos
aldabea en tu piel, y los sentidos
anestesiados de momento quedan.
Se me duermen los labios en tu cuello,
y en la sinuosidad de tu cabello
mis dedos se remansan y se hospedan
Los Angeles, 23 de enero de 2008