1846 - Fluir sin ruego
“Ama y haz lo que quieras” (San Agustín)
Cuanto más en espíritu me entrego,
con la piel a remolque, lealmente,
tanto más se me anuda la serpiente
del miedo a tu posible desapego.
‘Ama y haz lo que quieras’: Bravo juego.
Quien ama no hace daño; si está ausente,
se hace arroyo gentil, cuya corriente
no cesa de llegar, ajena a ruego.
Si temo y dudo no es carencia mía,
es que tu agua no fluye, en apatía,
es que tu amor, cansado, se evapora.
Oh, la tristeza de tener la entraña
toda llena de ti, con esa extraña
sensación de vacío asoladora.
Los Angeles, 17 de marzo de 2008