1947 - Ay, mujer
Ay, mujer, visitante turbulenta
de mis sueños despiertos, creativos
mediante bloques trémulos, lascivos,
de este castillo en que tu piel se asienta.
Tu piel, que me conforta y me atormenta,
rosa y puñal en trazos sucesivos,
muslos abrazadores y evasivos,
lengua obsesiva, y a la vez sedienta.
Manifiéstate en carne, no en concepto,
que si bien por espíritu te acepto,
como físico afán te solicito.
En carnaval de insensatez te espero,
tú, mi colega, yo, tu compañero,
pacto de amor, que no contrato escrito.
Los Angeles, 28 de agosto de 2008