1995 - No sé decir
Se extinguen los colores del ocaso,
se adormece la brisa, muere el día,
nace la noche con su sinfonía
de sentidos al rojo. Me transvaso
desde mi lecho al tuyo. Paso a paso
sigo la ruta de tu anatomía;
me acompañas; oh, erótica agonía,
en que me abrasas tú, en que te abraso.
Encendidas las sábanas, extienden
sus pliegues a un rincón, luego descienden,
catarata en satén que se derrama.
Aunque presente estoy, yo mismo, a veces,
no sé decir si son dos desnudeces
o una sola agitándose en la cama.
Los Angeles, 27 de noviembre de 2008