2009 - Por qué no estás
No lo sabes aún, duermo contigo;
o más bien, sin dormir, soy tu vertiente,
por la que ruedas, aunque estás yacente,
donde te acoso, pero no te obligo.
Siempre he sido tu amante, aunque de amigo
me conceptúas. En el subconsciente
no detectas tal vez el componente
que ambas zonas enlaza. Yo prosigo,
alma en pena, al albor de la esperanza,
en esta orilla en que mi paso avanza,
y el tuyo inmóvil me resulta extraño.
Me electrizas, te sueño, me adjudico
tu forma y voluntad, y no me explico
por qué no estás aquí si te acompaño.
Los Angeles, 6 de enero de 2009