2031 - Viento
Sobre los mares siembra Dios su aliento,
quiere llevarme a ti; mi nave flota,
velas izadas, en región remota,
e inicia su periplo. El pensamiento
no se mueve por remos, ni por viento;
como relámpago se gesta y brota,
alcanza madurez, y al fin explota,
triunfal, pero invisible, en un momento.
Llego a ti de inmediato, aunque no llegue;
yo voy detrás de mí, mientras navegue;
permanezco contigo aun sin estar.
Siga el viento impulsándome las velas.
Ah, si tuviera para el mismo espuelas;
ni el tú ni el yo tendrían que esperar.
Los Angeles, 9 de febrero de 2009