2070 - Sin hablar
Deja que te hable sin hablar. Si entiendes,
si llego a ti y penetro tu corteza,
si consigo extenderme a la cabeza,
y luego al corazón, y te desprendes
de pasados equívocos, si enciendes
de nuevo el viejo fuego y tu tibieza
comienza a caldearse, y la aspereza
de tu actitud se lima y la desprendes;
si al fin tus ojos tornan a los míos
con cierto arrobamiento, y los desvíos
de ayer son hielo al sol, telón de viento;
las palabras serán innecesarias;
dos concéntricas almas solidarias
dialogan en su propio acoplamiento.
Los Angeles, 10 de abril de 2009