2075 - ¿Regresar?
¿Regresar? ¿Para qué? No se regresa
al vientre ubérrimo que nos gestara,
ni el río al hontanar de que brotara,
ni al roble o al nogal vuelve la mesa.
Se camina, se llega, se profesa
la fe adquirida en quien se nos declara;
y en éxtasis, arrullo y algazara
el pulpo de la vida nos apresa.
Y un día, de caricias a codazos,
se nos fragmenta al fin en mil pedazos
el mágico palacio de cristal.
No puede renacer lo aniquilado.
¿Para qué reintegrarse en un pasado
de fachada no más, artificial?
Los Angeles, 13 de abril de 2009