2080 - Cuánto me amó
Decía amarme tanto que ni aún ella,
con los ojos cerrados, presentía
sus propios límites, si los había;
¿fondo de abismo? ¿altitud de estrella?
Yo nada replicaba. Su querella
fue siempre mi silencio. Cada día
me cantaba su amor, y recogía
respuesta de aire, sin rumor ni huella.
No era repudio, incertidumbre o juego;
no tengo una razón, ni es desapego;
prefiero simplemente no indagar.
No es miedo. ¿Miedo a qué? ¿A delatarse?
A veces es mejor no analizarse…
Cuánto me amó…, y yo me dejé amar.
Los Angeles, 16 de abril de 2009