2156 - Sinfonía en sí mayor
Te escucho desde el fondo de un olvido
que desangró mi vida y ya no hiere;
ni a aleluya optaré, ni a miserere;
quédese donde esté el amor perdido.
Y desde el mismo fondo oscurecido
te dirijo la voz, que te requiere
no a vínculo inmortal, que todo muere,
sino a fiesta de espíritu y libido.
Plétora de vivencias no nacidas
te esperan, nos esperan, que hay dos vidas
que estremecer a acordes de erotismo.
Tu sed, mi sed, tu desnudez, la mía,
tu mente, mi razón, qué sinfonía
reventando en el fondo de uno mismo.
Los Angeles, 23 de julio de 2009