223 - Distancia
Desciende de tu nicho, estatua fria,
sal de tu mausoleo, mujer muerta,
alma muda y letárgica, despierta,
y cólmate de mí, que estás vacía.
Has trasformado nuestra lejanía
en un alejamiento tal, que injerta
en el árbol de amor de nuestra huerta
una rama de olvido y apatía.
Tal vez no puede amarse lo intangible,
sea espíritu ciego, inaccesible,
o dos materias en separación.
O tal vez en tu mente has decidido
que cuanto entre los dos ha sucedido,
fue un sueño, un espejismo, una ilusión.
Los Angeles, 27 de junio de 1999