2296 - Sólo en contemplación
Vengo sobre tu olvido, de puntillas,
dormida a mi ansiedad, a mi aislamiento;
la luna es el candil amarillento
que apenas me ilumina en tus orillas.
Con precaución avanzo; las rodillas
flojedad y temblor, agrietamiento
de lo que fuera bloque de cemento
por solidez, y hoy lastre a las costillas.
Vengo para observarte. No pretendo
zurcirle al desgarrón tosco remiendo,
ni rellenar de planes la fisura.
No vengo en persuasión ni en vituperio,
sino en contemplación; viví un misterio,
y quiero una vez más ver su hermosura.
Los Angeles, 21 de diciembre de 2009